No vivo entre silencio ni me lamento entre lágrimas. Colecciono carcajadas, por si algún día me faltan y le robo luz al sol por si me falta energía, pero ahora, me limito a ser yo. Me río no por obligación sino por gusto, lo vivo todo al segundo por tener ganas de encontrar algo nuevo. Cada día, cada minuto, es un mundo lleno de felicidad que no todos tienen la suerte de encontrar, y otros que si pueden encontrarla, son desafortunados por no saber aprovecharla. ¿Acaso alguien nos obliga a reir? No, pero reir es vivir, reir es... es increíble. He medido cada una de mis carcajadas, cada una de mis sonrisas y son inmensamente más grandes que todas las lágrimas del mundo. Si, yo se que es sufrir, pero tambien he tenido el valor para levantar la cabeza y decir: Ahora, en mi vida mando yo, de aqui para adelante, ni una lágrima más.
Y créeme no es cuestión de de decirlo, es cuestión de ORGULLO, DIGNIDAD Y FUERZA DE LA VOLUNTAD